En 1961, Max Bill diseñó una serie de relojes mecánicos de pulsera en colaboración con Junghans que hemos seguido fabricando prácticamente sin cambios hasta hoy: desde la purista esfera con sus números claramente redondeados y diseñados especialmente para ella hasta el cristal convexo que subraya el encanto histórico del reloj. El diseño no hemos sido capaces de mejorarlo, pero sí la calidad y el confort: hoy, el reloj puede ser equipado a demanda con un cristal de zafiro, algunos modelos lo traen de serie.